Shock
Desperté tumbado en el suelo de la cafetería, bañado en sangre que creía mía pese a no sentir dolor. Luego vi los cuerpos tendidos, los impactos de bala. Me incorporé despacio, confundido, y vi que los clientes y los camareros estaban muertos, y el miedo y el asco se mezclaron con la alegría de pensar que yo me había salvado, echado bajo la mesa, donde me habrían dado por muerto. Absorto en el horror, aturdido, oía las sirenas cada vez más cerca, preguntándome quién podía hacer una cosa así, hasta que me percaté de que aun llevaba colgado el subfusil.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
27 septiembre, 2002
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario