Muerte en el balcón
Una paloma fue a morir a su balcón. La descubrió de noche, y aunque sabía que no había motivo para el miedo, la presencia de la muerte en su terraza le producía un desasosiego del que no podía liberarse. Intentó ahuyentarla, pero no se movía del rincón, agitando apenas la cabeza ante sus vanos esfuerzos por asustarla. Cerró entonces el balcón, y echó las cortinas. Mañana recogería su cuerpo inerte para echarlo a la basura, eso era todo, podía ir a dormir tranquilo. Apartó las cortinas una vez más. La paloma, con los ojos cerrados, aun temblaba. Dentro, él también.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
01 septiembre, 2002
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