Corte de pelo
De pequeño me hacían ir al barbero a cortarme el pelo. Sentado en la silla, inmovilizado con un inmenso manto azul, le sentía trastear con las tijeras junto a mi cara, realizar movimientos y cortes rápidos cerca de mi cuello, de mis orejas. Mientras pontificaba sobre fútbol, yo le miraba por el espejo que tenía al frente, le veía gesticular y hacer aspavientos, sin dejar de dar tijeretazos. Cuando cogía la navaja para retocar mi nuca, yo cerraba los ojos con fuerza, intentando no pensar que podía volverse loco justo entonces, cuando la navaja pasaba tan cerca de mi yugular.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
23 octubre, 2002
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