Cámaras
En mi escalera de vecinos se decidió instalar cámaras en la entrada para descubrir quiénes tiran papeles o dan patadas a las paredes. Castigados los culpables y probada la eficacia del sistema, se acordó poner otras en la terraza para ver quién ensucia la ropa tendida de los demás, y en las escaleras, para que nadie se empuje ni insulte al cruzarse. Hoy hay reunión extraordinaria para decidir si ponemos cámaras dentro de los pisos, para evitar malos tratos domésticos o respuestas inadecuadas a las preguntas de los hijos. Yo, con tal de salir en la tele, votaré que sí.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
10 octubre, 2002
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