El desayuno
Como cada mañana, calentará un vaso de leche, le añadirá cacao en polvo y se lo tomará aun muy caliente. En otra ciudad, hace dos días, el que cuida los depósitos de leche enloqueció y le añadió algún veneno muy lento y muy horrible. Antes de acabar el desayuno, el veneno correrá ya por su sangre y hará cambiar sus células, como la de todos los que han bebido de esa leche. El hombre saldrá hacia la oficina, y aprovechará el viaje en metro para leer el periódico. Luego, ya en el despacho, entrará en Internet y leerá este cuento.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
03 enero, 2002
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