Caperucita Roja
Caperucita despertó y se giró hacia el lobo, que aun dormía, frotándose contra su pecho fuerte y peludo. Con manos tiernas y suaves le acarició. El lobo abrió los ojos y apresó su cuerpo pequeño con las garras, mientras acercaba las cálidas fauces hacia ella. Lamió su rostro, y devolvió sus caricias, pero ambos sabían que no podían demorarse dejándose llevar.
- ¿Crees que aun nos siguen? - le preguntó ella.
- No lo dudes. Nos seguirán hasta matarme, y tu madre y tu abuela harán de ti una mujer de provecho.
Ella miró sus ojos amarillos y le besó.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
10 enero, 2002
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario