Nuevas tecnologías
Nadie estaba contento con esa tecnología, pero todos querían usarla. Al principio, cuando pocos podían poseerla, fueron muchos los detractores, pero al abaratarse los precios se popularizó. Era cómodo, en efecto, usar aquellos teletransportadores de salón: marcabas el número deseado y si el otro usuario lo autorizaba te teletransportabas a su casa u oficina, dotada de un dispositivo similar. Accidentes había pocos, pero bastantes fallos de seguridad y, pese a los muchos controles de privacidad, a veces familiares indeseados se materializaban en casa por sorpresa, o llegaban por la noche hombres malos a los que no habías invitado a cenar.
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