Qué hacer si uno se muere de repente
Si uno se muere de repente, si cae muerto, fulminado, antes de haber tenido tiempo de reaccionar, lo primero es no lamentarse. Ya está. Ya pasó. No tiene ya sentido (ni viabilidad práctica) echarse las manos a la cabeza, o intentar cambiar las cosas. Paciencia. En segundo lugar, tampoco debería uno pensar en moverse o en realizar acciones de otro tipo que tengan un gran componente de interacción con nuestro entorno físico. Estas ideas están, irremediablemente, condenadas al fracaso, olvidémonos de ellas. No. En estos casos, lo mejor es mantener la serenidad y tener en todo momento muy presente que
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
15 noviembre, 2001
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1 comentario:
Primero pensé que se había borrado de algún modo el final. Luego conté las palabras. No había duda: eran cien. Sólo al leerlo por segunda vez sentí que era justamente así como debía terminar.
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