Escribiendo un cuento
Cuando le quitaron las vendas de los ojos parecía un buen principio para un cuento, con frases como y la humedad del suelo y el serrín sucio y recrear el ambiente y angustiar al lector, usar las heridas apenas le dolían, pero el hambre le retorcía el estómago, y una pausa, un vaso de bourbon, cerrar los ojos y seguir escribiendo sin saber donde estaba, que eran esas manchas en las paredes intentando no forzar el ambiente, una nueva pausa, otro cerrar los ojos de nuevo y seguir escribiendo y no poder, ahí, con las manos atadas a la espalda.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
10 noviembre, 2001
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