El proyecto
El proyecto parecía simple, pero con los meses fue adquiriendo una inercia propia, y se necesitaron centenares de reuniones para asumir la velocidad con que cambiaba, la dinámica que iba tomando. Más allá de voluntades particulares, crecieron sus dimensiones, e hicieron falta miles de comisiones para absorber las descomunales tareas que de él se desprendían. Con los años, todo lo demás iba siendo abandonado o engullido por el canibalismo insaciable del Proyecto, ahora en mayúsculas. Cuando quienes lo iniciaron ya habían muerto, como sus hijos, y los hijos de sus hijos, de repente, sin previo aviso, el Proyecto fue cancelado.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
29 noviembre, 2001
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