Bajo el suelo
Estaban hartos de vivir escondidos, de tener que huir siempre, vivir bajo la tierra, en túneles oscuros y húmedos, donde realizaban sus ceremonias y bebían sangre y tomaban vino hasta emborracharse. No podían salir a la luz, pues los de fuera les temían. Temían su fuerza, su vitalidad y sus ritos que podían convertirles en uno de ellos. Y, pese a todo, cada vez eran más. El número de los que llevaban esa vida subterránea crecía, y algún día dejarían los túneles y saldrían fuera, abandonarían para siempre las catacumbas y practicarían bajo el sol de Roma sus ritos cristianos.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
18 noviembre, 2001
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