Hurto
En el súper no me creyeron cuando les dije que yo no había robado nada. Entre dos seguratas, me llevaron al calabozo del hipermercado, donde estuve atado un par de horas, sin que me hubieran leído mis derechos ni invitado a zumo. Llegaron luego quienes habían de juzgarme y, sin demora, pero con los debidos formalismos, me condenaron a estarme allí diez años como reponedor.
He pasado tres años en este infierno, y aunque conozco el trágico destino de quienes lo intentaron antes, esta tarde probaré de huir, escondido entre las bolsas de comida, en el carro de alguna viejecita.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
06 noviembre, 2001
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