Depósito municipal
Se me llevó el coche la grúa por estar mal aparcado. Tardé dos días en ir a retirarlo del depósito municipal, y ya había una familia viviendo dentro. Me explicaron que el ayuntamiento utiliza los coches como albergues provisionales para refugiados de distintos países, acogidos en el nuestro. Mientras pagaba la tasa de la grúa, la multa y diez arbitrios, vi que en el asiento de detrás de mi coche dormían un niño y una niña. También su padre dormía, en el asiento del conductor. La mujer, despierta, me miraba con ojos tristes a través del cristal. Volví en taxi.
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