Ritos
Los alrededores de la Catedral estaban abarrotados de gente, pues todo el mundo quería asistir a los sacrificios, y llevaban ya meses esperándolos. Por eso iban muy engalanados e intentaban encontrar un buen lugar desde donde poder verlo todo. Se habían instalado en la calle pantallas gigantes, para que nadie perdiera detalle de la ceremonia en el interior, donde sólo podían acceder políticos, curas, y diversas personalidades del mundo de la empresa o la cultura. El sacerdote inició las pregarias. Se hizo un silencio expectante cuando la primera pareja se acercó al altar mayor para depositar allí a su bebé.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
17 mayo, 2002
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