Ahí detrás
Ella descubrió la grieta tras unos estantes, un día que andaba cambiando muebles de sitio. Era un agujero muy estrecho y no muy largo. Acercó un ojo para mirar y no vio nada, pero sintió un frío negro, y tuvo la certeza de que, ahí detrás, había algo. Intentó acostumbrar la mirada a la oscuridad, deseando que las tinieblas se hicieran penumbras, y las penumbras mostraran formas, pero no fue así. Inquieta, puso de nuevo la estantería en su sitio, y esa noche soñó que aún no dormía sola, que aún no había tenido que olvidar quien estaba ahí detrás.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
13 mayo, 2002
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