Omnipotencia
Aquel hombre era omnipotente, pero poco ambicioso, así que en la práctica no se le notaba. Los pocos amigos que conocían su peculiaridad, se esforzaban en convencerle para que usara su don de algún modo, si no para conseguir la paz en el mundo, si al menos para liberarles a ellos del pesado yugo del trabajo. El les escuchaba, y asentía, pero siempre acababa quedando todo en buenas intenciones y nulas concreciones, así que poco a poco perdió las amistades. Jubilado ya, pasa la mayor parte del tiempo en casa, construyendo universos y galaxias repletas de vida dentro de botellas.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
08 mayo, 2002
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