Más o menos, como siempre
Aquello hacía algo con los neurotransmisores, pegado a la piel, como una tirita. Recibía señales del sistema nervioso, las procesaba, y las devolvía modificadas a gusto del usuario. Todo dirigido por un control remoto, que la gente llevaba en el bolsillo. Quienes callaban se atrevían a hablar. El miedo se iba, retornaba el sueño. Pronto, la pena y el dolor fueron exquisitez de minorías. Algunos se construyeron como querían ser, más valientes y nobles, más sensibles. Otros enloquecieron, bloquearon sus mandos y quedaron absortos ante las pantallas, o fueron esclavos, o poetas suicidas, o héroes involuntarios de castillos en llamas.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
02 diciembre, 2001
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
palm angels hoodie
yeezy boost
goyard online store
off white hoodie outlet
bape hoodie
nike off white
kd 12 shoes
golden goose sneakers
supreme
hermes outlet
Publicar un comentario