Señales del destino
Dejadme que os hable de los signos que el destino nos escribe en el lenguaje oculto de las nubes y las casualidades. Dejadme que os cuente la historia de quien leyó en el vuelo rasante de una gaviota una muerte en su hogar, y queriendo arrebatar al futuro lo suyo, ocultó a su mujer y a sus hijos en el bosque y a todos los devoró una bestia. O la de quien ignoró las cartas más nefastas y enloqueció solo. Yo no erraré. He oído al amanecer el quejido último de un gato, así que, repito, vended todas las acciones.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
10 diciembre, 2001
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