Comités
El presidente insistía en seguir creando comités. El comité de cultura compraba extrañas esculturas de un vanguardista senegalés que había llegado en patera. El comité de vino y festejos se tiraban borrachos todo el día y se gastaban el presupuesto en putas. El comité de actos insensatos patrocinaba un evento internacional para que guerrilleros de todo el mundo acudieran a hablar de paz y amistad entre los pueblos. El comité del juego proponía, aleatoriamente, hoy una cosa, mañana otra. Los comités se encontraban los jueves en una reunión de coordinación, y el comité de reuniones de coordinación traía los postres.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
18 diciembre, 2001
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