Perdido
Quise cortar camino y me vi metido en un laberinto enrevesado de callejuelas estrechas, perdído de la manera más absurda, cuando ya oscurecía, en una zona de la ciudad que creía conocer perfectamente. No circulaban coches, ni gente, ni quedaban ya portales o ventanas que dieran a los lugares angostos por donde pasaba. Sólo el interminable deambular entre sombras. Intenté volver atrás deshaciendo mis pasos, procurando recordar los lugares por donde ya había pasado y los giros que tomé. No sirvió de mucho. Creo que habían pasado varias horas cuando te encontré y ahora al menos buscamos juntos la salida.
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