Encuentro imprevisto
Ayer, al entrar de nuevo a la oficina después de comer, me cruce en la puerta conmigo mismo, que salía. Por un momento me paré, sorprendido, y a mí me pasó igual. Sin cruzar palabra seguí mi camino, y yo hice otro tanto. En mi mesa todo estaba bien, pero una par de tareas que tenía pendientes ya estaban acabadas. Fue entonces cuando reaccioné y salí corriendo a la calle, a ver si me veía, pero no pude encontrarme por más que recorrí los lugares por donde suelo pasar. Hoy aún me queda la sensación de no saber dónde estoy.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
30 abril, 2002
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