Dudas
El anciano se cuestionaba muchas veces sobre su estúpida manía de crear cada día un cuento de cien palabras. Si algo le entristecía, si las noticias de aquella noche eran especialmente deprimentes, pensaba en lo absurdo de escribir frivolidades mientras el mundo explota. Otros días de sonrisas y sol, días alegres y cronopios, se reprochaba entonces por escribir cosas oscuras, cuando todo era azul y cielo y aire. Y, en cualquier caso, dudaba del absurdo mismo de crear mentiras y metáforas, de condensar historias que pocos leerán. Afortunadamente, en ese punto de la reflexión, el cuento ya solía estar escrito.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
19 abril, 2002
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