En otro lugar igual
Tras ducharse y abrir la cortina para salir, se dio cuenta de inmediato de que ya no estaba en su casa. Aquel seguía siendo su cuarto de baño, y las voces de su mujer y los niños eran las de siempre. Pero una sensación muy íntima de descolocación le invadió completamente. Volvió a meterse en la ducha y dejó correr el agua. Al cabo de unos minutos, con miedo, abrió la cortina deseando que, esta vez, todo estuviera bien, pero no era así. Salió, se vistió, besó a su mujer y a los niños, y se resignó a vivir allí.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
23 abril, 2002
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