El jardín
Su mujer ya no está con él, y por eso se refugia de la tristeza trabajando en el jardín trasero de su casa, que antes siempre había descuidado y que está lleno de matojos y malas hierbas. Planta césped, limoneros, y flores cuyo nombre desconoce. Pasa todo momento libre en el jardín, regando, podando y trasplantando. Y sin poder dejar de pensar en ella. Pese al esfuerzo y al trabajo de remover y cavar, ni el sueño ni la vigilia le permiten olvidar su rostro, su mirada, sus burlas y desprecio, recuerdos hirientes que no pueden enterrarse en el jardín.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
11 abril, 2002
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