El cable amarillo
Aquella tarde estaba viendo el futbol, tan tranquilo, en el salón de su casa, cuando se percató de un cable amarillo que pasaba bajo el mueble de la tele. Se agachó para verlo de cerca: no era del televisor. Siguió el cable por el piso, vió que salía por una ventana hacia el patio de luces. Subió al tejado, y lo fue siguiendo, de terraza en terraza. Tras un gran recorrido, el cable descendía por la fachada. Se atrevió a bajar, agarrado a una tubería. Entró por una ventana, siguiendo el cable amarillo, y se encontró de nuevo en casa.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
03 abril, 2002
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