Ritos báquicos
Llegaba Helios al final de su viaje, cuando empezaron a oírse las risas y los cantos. Era Dionisos, el dios alegre, seguido de una legión de bacantes y sátiros, encabezados por su fiel Sileno. Era el momento de la celebración, del exceso orgiástico, de la embriaguez liberadora. Crecían las risas, aumentaban las canciones, corría el vino y la hidromiel. Había gritos, carcajadas y excesos. Cuando llegó la policía municipal, avisada por los vecinos, aplicaron la ley antibotellón y requisaron las bebidas alcohólicas. Las bacantes y los sátiros salieron por pies. Dionisos y Sileno fueron detenidos por resistencia a la autoridad.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
14 marzo, 2002
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