La tuerca
Encontró la tuerca en el suelo, durante la revisión rutinaria. La examinó sin reconocer el modelo, y buscó infructuosamente de donde podía haber caído. Mostró la tuerca a sus compañeros, que andaban enfrascados revisando juntas y apretando válvulas, pero no le prestaron atención, y le sugirieron cosas que podía hacer con ella. Obstinado, fue a ver al supervisor, persona metódica y responsable, que consultó en el ordenador central la función de la pieza. Por desgracia, la consulta centralizada estaba desactivada por mantenimiento. Mientras esperaban volver a conectarse, empezaron a oírse ruidos metálicos por todo el complejo, que empezaba a desplomarse.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
28 marzo, 2002
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