Peligros de la ciudad (8)
El autobus se desvía de su trayecto habitual. Una viejecita sentada delante es la primera en notarlo. Un señor con una maleta y una chica de rasgos achinados avanzan también para interesarse. "Son órdenes", dice el conductor. "Nueva ruta".
Los pasajeros se agolpan en las ventanas, y ven alejarse la ciudad. Dos hermanos se miran: llegarán tarde al colegio. Si alguien hace amago de protestar, algún pasajero lo retiene: "No vale la pena. Son órdenes".
Cuando paran ya no hay edificios, les rodea el desierto. Los pasajeros bajan, el autobus se aleja. Se sientan bajo el sol, y esperan inutilmente.
4 comentarios:
Joder, vaya putada! Y ningún ocupante del autobús se reveló? Me extraña mucho.
mmm. me suena a transantigo eso.
esta xulo me intriga.
no se como lo aces
en el d.f. hubieran linchado al conductor.. y de paso a la viejecita
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