Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
Los verdugos no les gustamos, lo sé, pero odio cuando esos señoritos trajeados me preguntan eso. Quieren orden y seguridad pero desprecian a quienes hacemos el trabajo necesario. Nos encuentran útiles pero estéticamente desagradables. ¿Saben qué hizo este tipo al que acabo de ahorcar? Destripaba gente, sus últimas víctimas sobrevivieron, pero el chico sigue en coma y con ella jugó tanto que tardará en sanar. Mañana ahorcaré a otro, si, un escultor subversivo, creo. Por eso odio esta pregunta: ¿Que si disfruto con mi trabajo? ¿Por quién me han tomado? ¿Acaso no soy humano? Claro que disfruto, ¿quién no disfrutaría?
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9 comentarios:
Cada quien su gusto
me parece muy violento para menores de edad
no me pareció tan agradable
no me pareció tan agradable
no me pareció tan agradable
Rescato esto:
"...¿Por quién me han tomado? ¿Acaso no soy humano? Claro que disfruto, ¿quién no disfrutaría?..."
Me sorprendió encontrarme incluído en un colectivo semejante. Pero no está lejos de la realidad.
acepto algunas partes como en otras no estoymuy de acuerdo
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la justicia sin la fuerza es impotente.
la fuerza sin la justicia es tiranica
la justicia sin fuerza encuentra oposicion
porque siempre hay malvados; la fuerza sin la
justicia es indeseada.Hay pues que unir la justicia
y la fuerza y conseguir asi que lo justo sea fuerte
y que lo fuerte sea justo.
muy bien
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