Protección (Homenaje a Frank Miller)
La pobre niña estaba indefensa ante los peligros y las maldades del mundo, así que sus protectores taparon sus oídos para evitar que oyera cosas terribles, que podían herirla y dañarla. Luego usaron el esparadrapo para cerrar sus ojos, y protegerla así de visiones que pudieran traumatizarla o influir negativamente en su maduración. Taparon su nariz con algodones, para que ningún olor la molestara o la incitara a pecar. Otro trozo de esparadrapo cubrió su boca, en diagonal, y una última tira formaría una cruz perfecta sobre sus labios cerrados. 'Estate tranquila, bonita. Uno más, y estarás totalmente a salvo'.
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