Reflejos
No me atrevo a comentarlo con mi mujer, pero cada vez que en casa paso por delante de un espejo, veo allí reflejadas personas que corren a esconderse cuando las miro. Primero eran presencias fugaces, a las que pillaba desprevenidas, pero lo suficientemente nítidas como para hacerme dudar de mi cordura. Ahora sé que existen, que son reales, que habitan nuestra casa invertida, usan nuestras cosas reflejadas y leen libros escritos del revés. Son tímidos, pero de un tiempo a esta parte me han cogido confianza y cada mañana rodean mi imagen en el espejo para ver cómo me afeito.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
27 agosto, 2002
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