Miniatura gigantesca
Aquélla era una miniatura gigantesca. Seis metros de largo por dos de alto, repleta de detalles minúsculos, cada centímetro cuadrado mostraba paisajes o caras o detalles de cocinas rurales a la luz de la tarde. Había castillos, ríos, guerras, multitudes donde cada rostro era mostrado con precisa minuciosidad. Pero, como en las paradojas geométricas, cada figura o forma mutaba y era también lo más opuesto, según cómo se mirase. La gente examinaba aquella inmensidad inabarcable, aquel aleph densísimo, buscando su propio rostro o el de un ser querido. Y si lo hallaban nunca más podían volver a dar con él.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
09 agosto, 2002
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