Fantasmas de biblioteca
Los espíritus se manifiestan en las casas con signos sutiles y ominosos, manchas de sangre en las alfombras o puertas rechinando de noche. Luego se animan y empiezan a mover muebles y tirar jarrones. En ocasiones incluso llegan a las manos, ectoplásmicamente hablando, con los moradores. Pero en mi casa los fantasmas sólo actúan en los libros de mi biblioteca: cambian los finales, hacen comportarse a los personajes de las novelas de modo insospechado, o trastocan nombres, adjetivos y adverbios para ponerlo todo patas arriba. Yo ya no uso mis libros de recetas desde que un día casi me enveneno.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
20 agosto, 2002
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