Historias de carretera (1)
Tardó en asimilar lo que había visto mientras adelantaba al camión de ganado: manos humanas aferradas a los pequeños barrotes, brazos entre brazos agitándose para buscar aire o pedir auxilio. Y, lo más terrible, ojos tristes y temerosos brillando en la oscuridad entre las rendijas de los tablones de madera. Cuando el camión tomó un camino lateral, dio la vuelta y le siguió sin ser visto, hasta una mina abandonada. Estaba seguro de que se trataría de inmigrantes ilegales, mano de obra barata, hasta que oyó los cánticos del círculo de personas que esperaban ritualmente alrededor de un gran pozo.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
02 agosto, 2002
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