Viaje en avión
Me acomodé en el asiento, procurando recordar las instrucciones de mi psicólogo. Respiraba yo tranquilo, leía el periódico, e intentaba no pensar que pronto me encontraría a más de diez mil metros de altura sobre un trozo de chatarra lanzado a ochocientos kilómetros por hora. Luego, la azafata nos ilustró sobre lo que debíamos hacer si el avión ardía a medio viaje sobre el océano, o si estallaban las ventanas y nos despresurizábamos todos de golpe. Durante el vuelo, mientras intentaba recordar lo seguro que es el transporte aéreo, vi que las azafatas salían llorando de la cabina del piloto.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
10 julio, 2002
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