Problemas de memoria
Compré a muy buen precio la expansión de memoria. Había pertenecido a un catedrático de Historia Antigua que, cuando se jubiló, dejó de necesitarla para dar clases, y prefería en cambio algo de dinero en efectivo. Por supuesto, traficar con memorias de segunda mano está muy prohibido. No me importaba. Tras implantármela en el zócalo de la nuca, empecé a recordar listas de reyes antiguos e historias de batallas entre religiones, y apenas me quedaba espacio para mis planes de aprenderme la agenda de teléfonos y todo Shakespeare. Para borrar los recuerdos ajenos, sería necesario formatear de nuevo la memoria.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
12 julio, 2002
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