Tiempos extraños, éstos
Antes podíamos pasear por el bosque, reseguir sus senderos, dormir junto a sus fuentes las tardes de verano. Hoy dicen que la paz que aparenta es sólo un engaño para ingenuos, que hay fieras escondidas, que sus caminos pueden transformarse en laberintos oscuros, que sus arboles y espinos no son ya amigos nuestros. Nadie en la ciudad se acerca al bosque y cuentan los horrores a sus hijos. Sólo algunos locos siguen sus senderos como antaño, duermen junto a las fuentes, y regresan diciendo que todo son engaños y vanos miedos. Su temeridad demuestra que el bosque los ha enloquecido.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
03 julio, 2002
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