El ascensor
Cuando volvía a casa, cargada con bolsas del supermercado, el ascensor se paró, y ella quedó atrapada entre dos pisos. Pulsó el botón de alarma, pero no sonó nada. Estará conectado con la central, se dijo sin convicción. Golpeó la puerta para hacer ruido, y oyó susurros ahí fuera. Les gritó que estaba encerrada, que trajeran a alguien para abrir la puerta. Nadie contestó, pero continuaron los cuchicheos, y las risas, e incluso parecía que se hubiera unido más gente. Dejó de chillar cuando oyó, entre las carcajadas y bromas de los vecinos, lo que estaban planeando hacer con ella.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
11 junio, 2002
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