Muertes absurdas (2)
La calle que recorres siempre para ir a casa, la calle en la que jugabas de pequeño, te sientes seguro. No lo esperas, pues no sabes que hace una hora una mujer dejó a un hombre, ni sabes que él no puede soportarlo, y que antes la mataría que dejarla con otro, y que ha bebido, y que cuando ella salió de casa, con un portazo, el bebió más, y cogió el cuchillo, y fue tras ella. No sabes que, juesto en esa calle, la verás correr, sangrando, la abrazarás para que no caiga, y él detrás, fiero de rabia.
1 comentario:
buenísimo! Me encantan tus cuentos, no puedo evitarlo. ;D saludos Graciela
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