Peligros de la ciudad (9)
Abrieron el nuevo barrio, pero aun no vive casi nadie. El se mudó por obligación, pero toda su escalera está vacía, como la escalera del lado. Le gusta llegar pronto a casa, antes de que anochezca. Apenas dos o tres balcones brillan en toda la calle, y las farolas alumbran para nadie.
Está a punto de ir a dormir cuando llaman a la puerta. Se acerca despacio a la mirilla, y observa fuera, pero no hay nadie. Por instinto, cierra las luces, las últimas que brillaban ya en su calle. Y cuando su puerta revienta, también las farolas se oscurecen.
5 comentarios:
Me gusta cómo escribes, muy buenos cuentos de cien palabras
Muy lindo el estilo. Nunca habia entrado y me gusto con lo primero.
Interesantes micros que nos llevan a la reflexión.
Me parece que los comentarios anteriores solo persiguen el deseo de que quien los lea visiten la bitácora del autor.
hola me gustaria saber que pasa con vos. a intentado crear cuetnos de mas de cien palabras...? bueno es que hay veces que sus cuentos parecen mas un vosquejo de lo que podria ser un cuento mas no uno en concreto
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