La venganza de la naturaleza
Tiré un tabique en casa para juntar dos habitaciones y tener un salón más grande. El edificio, para vengarse de las agresiones a que lo sometía, comenzó a crujir por las noches, como si quisiera amenazarnos con hundirse sobre nosotros en pleno sueño. Restituí el tabique, y todo volvió a la normalidad hasta que cambié las baldosas del baño. Entonces, para defenderse, el edificio empezó a soltar agua sucia por los grifos, así que restituí la antigua cerámica. Ahora es suficiente con que piense en mover un mueble de sitio, para que el suelo empiece a vibrar, pidiéndome un respeto.
1 comentario:
Venganza?...Mas bien defensa... jajaja...
Publicar un comentario