Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
El consistorio pedía voluntarios para su última campaña de desratización y despalomización. Miles de anuncios en paneles y farolas, spots en televisión, y una cancioncilla pegadiza con el título "Rata, pum, paloma, pam", antecedieron el acontecimiento. Campañas en colegios, donde a los infantes les explicaban los parasitos e infecciones que transmitían, culminaron con la exposición de los dibujos hechos por los escolares: ratas y palomas muertas, niños y niñas persiguiéndolas con palos y piedras, gente feliz viviendo en un mundo sin bichos. No faltaron los voluntarios de todas las edades, todos contentos, cantando juntos, en una inmensa muestra de civismo.
Las viejecitas están conspirando. Se entretienen así, chismorreando, criticando, tejiendo sus planes. Han salido del centro parroquial, hoy han tenido un cursillo de macramé, y luego el cura les ha contado como organizará las celebraciones del santo patrón, pero ellas tenían la cabeza en otras cosas. Ahora están ultimando los detalles. Tienen llaves de la sacristía, y esta noche sería un buen momento. Todas han hecho su parte. Una tiene las sustancias necesarias, otra el cuentagotas, y otra la jeringuilla, para el vino. Sí, esta noche es un buen momento, que quede todo listo para la gran misa del domingo.
No es cuestión de volver, no después de lo que te ha pasado, los gritos, la sangre, no, mejor andar por el barrio, es de noche y no te ven, andar y andar hasta encontrar un agujero donde puedas esconderte, dejarlo todo, olvidar el lugar, el encuentro, los gritos, la sangre, deambular absurdamente sabiendo que nadie te mira, que nadie te reconoce, dejar que poco a poco las horas de la ciudad maten las horas del pasado, y volver a empezar, buscarás a otra chica, la llevarás a algún lugar tranquilo, y otra vez, como siempre, los gritos, la sangre.