Cien Palabras ha cumplido 10 años. Gracias a todos.

Parece mentira. Hace diez años empece a escribir estos pequeños cuentos, y cree esta página para darlos a conocer. Al principio la intención era escribir uno cada día, pero al final la cosa se fue espaciando, lo que me remuerde la conciencia, pero que le vamos a hacer...

Os digo de verdad que intentaré ser más constante. Pero la voluntad es débil. Así que, como oí una vez: "No puedo aseguraros que lo intente, pero os aseguro que intentaré intentarlo."

Muchas, muchas gracias a todos. Gracias por leerme y, un poquito, por entenderme.


Jordi Cebrián



Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.


Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.

Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.

12 junio, 2002

Saberse querido

El emperador exigió a sus consejeros conocer todo lo que su pueblo escribía sobre él. Quiso que cada carta de sus ciudadanos fuera copiada, para poder leerlas cuando quisiera, y ordenó construir un inmenso almacén, de granito y mármol, donde clasificar cada misiva según el autor o el destinatario. Creó un cuerpo de inspectores imperiales, entrenados en técnicas de lectura rápida, que buscaban párrafos donde pudiera intuirse menosprecio o desdén hacia el imperio o su gobierno. El emperador descubrió satisfecho que, tras las primeras condenas a muerte, la opinión que los ciudadanos tenían de él en las cartas, mejoró espectacularmente.

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