GPS
El ayuntamiento decidió colocar un localizador GPS a los difuntos que fueran enterrados en cementerios municipales. La oposición criticó duramente la medida por considerarla un gasto superfluo, pero tuvieron que tragarse sus palabras cuando los ordenadores mostraron que por la noche, si bien la mayoría de puntos permanecían fijos en pantalla sobre el cementerio, algunos abandonaban el lugar y daban vueltas por el barrio, para volver al camposanto antes de salir el sol. La escasa precisión del sistema hizo que fueran detenidos por error un mendigo, una monja y un concejal. Se trabaja ya en una versión mejorada del programa.
Éstos son mis cuentos de Cien Palabras.
Ocupan eso, 100 palabras exactas, sin contar el título.
Leed uno.
Despues otro.
Despacio, sin prisa.
Hay muchos, centenares de ellos.
Para sonreir, para reflexionar, para estremecerse...
Teneis tiempo, volved cuando querais.
15 febrero, 2002
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